jueves, mayo 29, 2008

¿Por qué la Phoenix no envía fotografías en color?

En una entrada anterior contaba a grandes rasgos cómo se esperaba calibrar el color de las fotografías que envía la Phoenix.

Hoy, leyendo Bad Astronomy Blog (en inglés) encuentro, en el medio de una polémica con un conspiranoico, la respuesta a una pregunta más básica que la anterior: por qué, en primer lugar, la nave envía fotos en blanco y negro. Dice aproximadamente así:

La Phoenix —y casi todas las naves espaciales modernas— usan cámaras con detectores digitales denominados CCDs [por Charge Coupled Device o dispositivo de carga acoplado]. Básicamente, los CCDs son chips de computadora sensibles a la luz. Cuando un fotón golpea una parte del chip se convierte en una carga, y la cantidad de carga acumulada le dice al chip cuánta luz lo golpeó. Pero todo lo que puede hacer un CCD es contar fotones. No puede distinguir entre un fotón rojo y uno azul: todo lo que sabe es cuánta luz lo golpeó.

La manera de producir color es haciéndole trampa al CCD. Por ejemplo, se coloca un filtro rojo delante del CCD que sólo permite el paso de los fotones rojos. Se repite el procedimiento con un filtro verde y luego con uno azul, captando tres imágenes en total. A continuación se pueden unir las tres imágenes, produciendo una imagen color —por supuesto, este procedimiento consta de muchos detalles, tratados en El arte de la fotografía extraterrestre —sobre la verdad o falsedad del color en las fotografías astronómicas—; otras páginas informativas (en inglés) son esta —otra polémica con un conspiranoico— y esta —explica cómo crear imágenes color personalizadas a partir de las fotografías del Hubble—.

¡Esto significa que hay que sacar muchas fotografías y luego hay que procesarlas extensamente para obtener los colores correctos! Por lo tanto, es evidente que cuando una nave desciende en un planeta por primera vez, los científicos están muy contentos de esperar el envío de imágenes extras, que los técnicos las procesen, luego las conviertan a color y, finalmente, que se las muestren...

Pero no. Por supuesto que no hacen nada de eso. Toman un puñado de fotografías sin filtro —o quizás a través de un fitro— y las envían inmediatamente a la Tierra a fin de que los científicos y los ingenieros puedan evaluar el estado de la nave. La información color es bonita e incluso útil en algunos casos, pero no en lo inmediato. Es más importante averiguar qué pasa con el módulo de descenso.