jueves, junio 23, 2005

Anecdotario. Mil frases huecas.

Vagabundeando por la Red, me encontre con esta oración:
But after a year and a half of thinking about this book, my main challenge isn't knowing what to say. It's figuring out how to say it.
que, traducida, dice más o menos así:
Pero después de un año y medio de pensar en este libro, el desafío principal no es saber qué decir, sino cómo decirlo.
Mirá vos —me comentaba Nome Cayo, otro de mis amigos sofistas—, a mí me pasa al revés: Puedo decir de mil maneras distintas el que no tenga nada que decir, sin que por eso dejen de escucharme.

Por cierto —le pregunté— ¿el enunciado anterior es una de tus frases huecas?

—En parte. Como te habrás dado cuenta, el sentido de esas frases no reside en su significado —porque no tienen ninguno—, sino en el hecho de no quedarme callado. En cierto modo, existo en tanto y en cuanto hablo.

Se me ocurrieron varias maneras de continuar el diálogo, pero ninguna amigable. Tampoco quise escucharlo mucho más; me disgustaba el prospecto de caerme por una de sus frases.